sábado, 4 de octubre de 2014

EQUIPO VIOLETA


¿Es realmente posible cambiar actitudes y/o comportamientos de origen cultural mediante acciones educativas?


A partir de la lectura de Gladwell Malcom consideramos que con respecto a la pregunta de si es posible cambiar  actitudes y comportamientos de origen cultural mediante acciones educativas, es posible pero con sus reservas, porque  conforme a las situaciones que se van presentando a lo largo del tiempo, es decir, no a partir de una imposición debido a la carga cultural que cada individuo posee, ya que tendrían que ser cambiadas todas las actitudes, comportamientos y tradiciones que integran la cultura del individuo, sin embargo, creemos que existen pequeñas particularidades que pueden ser modificadas a partir de la apropiación del mismo sujeto (sin ser impuesta), un ejemplo de ello puede ser la religión que una persona adopta o cambia por otra por su misma decisión.

Retomando la lectura creemos que existen ciertas situaciones en las que se requiere de una adecuación de la cultura ante lo que se presenta en circunstancias particulares que puedan afectar a terceros, es decir, que si no existe un cambio como tal, aprendamos a separar nuestra cultura de manera objetiva sin perder la esencia de ésta,  a pesar de esto y siendo realistas, creemos que lograrlo sería una tarea muy compleja debido a que cada individuo tiene ideas propias y diferentes y que si bien pueden existir cambios personales, la cultura en sí no se transformaría.

Ahora bien, existe un concepto llamado “Capital cultural”, del autor Pierre Bourdieu, que da su significado a la acumulación de cultura propia de cada clase el cual está ligado al capital humano que cada individuo posee. Este concepto podría entrelazarse con la pregunta al darse cuenta que para darse este capital cultural es necesario invertir tiempo, el mismo que permite a la misma cultura arraigarse en el individuo sabiendo que al nacer lo hace siendo un ser con cultura, aprendiendo costumbres y tradiciones que se apropia y reproduce constantemente. Una persona de una nacionalidad que viaja a un país ajeno al suyo extrañaría sus costumbres, tradiciones, su cultura y sin embargo tendría que adaptarse a la nueva cultura en la cual se encuentra inmerso en ese momento. Esto no significa que se cambia la cultura ni que se cambian acciones o aprendizajes, simplemente el individuo se adapta. Esto refuerza nuestra idea de ser posible modificar ciertas actitudes y comportamientos siempre y cuando fueran de manera constante las acciones educativas y reforzamientos que se les diera.

Pensar en una transformación cultural total a través de la educación sería una utopía; por ello mencionamos con anterioridad que las acciones educativas  lo que si pueden lograr es una ampliación cultural en donde se enriquezcan los conocimientos, además de una adaptación en ciertos aspectos de la vida y que la sociedad así lo requiera; teniendo en cuenta que si el individuo no está dispuesto a hacer modificaciones o cambios en su cultura, las acciones educativas no nos llevarían a ningún lado; por lo mismo esto es un proceso de adaptación personal.


Podemos concluir argumentando que la educación tiene el poder de modificar ciertos aspectos de origen cultural; más no el poder de erradicar por completo la cultura de una persona.

Bibliografía:
GLADWELL, Malcolm. (2010) Fueras de Serie. Ed. Taurus. México. pp. 185-230

Equipo Violeta
  • Aguilar Balderas Natalia Belén
  • Cuevas Bravo Angelli Patricia
  • García Pérez Yareli
  • Hernández López Edith
  • Roa Villegas Erik David
  • Tavera Amaro Karla Adanhely

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