¿Es realmente posible
cambiar actitudes y/o comportamientos de origen cultural mediante acciones
educativas?
equipo: Los gallos y la gallina.
Discutiendo sobre el tema
e equipo, llegamos a la conclusión de que en la cultura origen va a ser un
factor importante para el comportamiento del sujeto, lo menciona así el autor: “Todas
las personas comienzan inmediatamente a través de un proceso de aprendizaje-
consiente e inconsciente y de interacción con otros, a hacer suyo, a incorporar,
una tradición cultural mediante el proceso de enculturación” (Kottak, 2006: 60)
pues con este proceso se aprenden elementos ideológicos que condicionan la
actitud, pero pensamos que a través de los procesos educativos si se puede
adaptar ese comportamiento, considerando los procesos educativos formales como
los informales, es decir, en las instituciones como la escuela o centro de capacitación
y también aprendiendo con los amigos, sin embargo siempre tendrán sus bases culturales,
sus aprendizajes y sus experiencias, los cuales precisamente servirán para
potencializar el desarrollo de nuevas experiencias y nuevos aprendizajes, cuando
una persona sale de su contexto o de cultura donde siempre ha vivido, donde nació
y donde creció se va a encontrar ante un escenario realmente difícil, pues el
lenguaje, las creencias, la religión y las ideologías sociales no serán iguales
a las que ya está acostumbrado.
Por tal motivo y como se revisó en clase, la
cultura es algo que se lleva tatuado en el alma, no se puede negar, mucho menos
eliminar, sin embargo, es posible adaptarla o adecuarla a ciertas situaciones
especiales, pero ¿Cuándo sucede esto? Cuando la persona es capaz de ser sincero
y realista consigo mismo, es decir, ser consiente sobre su procedencia y está dispuesto a
enfrentarse a los aspectos de su herencia cultural, (Gladwell, 2010:227); pero
esto es posible a través de un proceso de adaptación en el cual se reprogramen
algunos aspectos de su cultura para lograr algún objetivo en específico.
Una intervención pedagógica y/o educativa puede
lograr esta adaptación de la conducta con el mismo fin que tiene la enculturación
(integrar al individuo hacia el grupo, sociedad y cultura) solo que en este
caso el proceso se hace de manera consiente y persiguiendo objetivos adaptativos
en función a modificar habilidades motrices y cognitivas.
Las habilidades motrices están en relación a
mejorar su forma de “hacer” diferentes actividades, desde la forma de tomar un lápiz
hasta los protocolos a seguir para pilotar un avión y las habilidades
cognitivas están en relación al dominio de un nuevo idioma o tener ciertos
conocimientos básicos o especializados sobre un tema.
El propósito
de desarrollar este tipo de habilidades es para que el sujeto se adapte a una
nueva situación que se presente, a través de la educación se puede orientar
para que el proceso sea más eficiente y
efectivo, pues “todas las personas tienen
capacidades equivalentes para la cultura. Independientemente de la apariencia física
y de la composición genética, los humanos pueden aprender cualquier tradición cultural”
(Kottak, 2006: 60) y para concluir,
aunque las personas ya se hallan adaptado a la nueva situación siempre conservaran
esos rasgos característicos de su cultura origen, por ejemplo, cuando un
mexicano aprende inglés la pronunciación tiene un sonido diferente a cuando habla un
Ciudadano Norteamericano.
Gladwell, Malcolm (2010), Fueras de serie.
Ed. Taurus, México.
Kottak, Conrad P., Antropología Cultural,
(2006). Ed. Mc Graw Hill, España, pp. 60-65
Integrantes:
Alducin Zavala Jose Luis
López Hernández Carolina
Montecinos Aguilar Eduardo
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